Un viaje de amigas alrededor del mundo puede tener más pretensiones que la de un compendio suculento de anécdotas exóticas. El viaje incoado en 2009 por Tatiana Santo Domingo y su íntima amiga Dana Alikhani suponía la creación de Muzungu Sisters, un negocio inspiracional –que no aspiracional– con el que han transportado sus maletas desde el desierto de Salinas Grandes en Argentina hasta los zocos de Marrakech, pasando por La India, Perú, Brasil, Colombia y Hungría. El fin, más que justificado en este caso por los medios, no era otro que encontrar caftanes, ponchos, sarongs, túnicas y en definitiva prendas exóticas y únicas con las que regresar a Londres y deleitar a la esfera viral con sus hallazgos.
Sarong de Bali con estampado ikat
El afortunado cerco social de Dana y Tatiana (la primera es hija del empresario iraní Hossein Alikhani y la segunda desciende de una de las familias más ricas de Colombia) no implica que no sean conscientes de ciertas contradicciones. Dana, admiradora de las grandes viajeras como Freya Stark y del escritor orientalista Edward Saïd, lo reconoce: "Viajar alrededor del mundo en busca de piezas exóticas puede parecer condescendiente, sobre todo viniendo de mí, que he nacido en Oriente Próximo. Por eso muchas veces me tengo que recordar quién soy y por qué estamos haciendo esto".
Pero el aspecto social no va por detrás de lo que realmente importa: el producto y cómo llegar a sus clientas. Desde hace unos meses colaboran en exclusiva con el portal Motilo, una comunidad online dividida en revista, tienda virtual y red social que funciona como una Chictopía fotologera (aquí es donde Anna dello Russo comparte hallazgos como Fausto Puglisi cada semana). Es el único sitio donde las dos amigas han decidido poner a la venta sus cestas sicilianas, los collares Jaipur y los caftanes marroquíes, y donde Muzungu Sisters seguirá creciendo. Ética, sí, pero con visión de negocio.
Por Mario Ximénez