4/10/2012

Ralph Toledano y Puig, la pieza que faltaba

Originalmente publicado en VANIDAD

Tras el anuncio del fichaje de Ralph Toledano como presidente de la división de moda de Puig, algunos quedaron perplejos. Segundos después, el fácil tropiezo de aquellos que pensaron en Sidney Toledano (CEO de Christian Dior, y pariente lejano del aquí citado), pasó a pensar en el auténtico aludido. Este, aunque menos mediático que el hombre mundialmente conocido por despedir a Galliano, se encuentra ahora de actualidad por ser el nuevo pez gordo del grupo catalán de los perfumes por excelencia.

La época fulgurante de Ralph Toledano remonta a la década de 2000, cuando su labor como presidente de la firma Chloé se vio bajo “cierta presión” por su buque matriz Richemont, propietaria de la marca desde 1985. No acababa aquí el mapa de presiones ya que era la propia Chloé, la que en su sección de perfumes pertenecía a otro buque, esta vez el gigante Coty Inc. (exactamente, a su división selectiva Coty Prestige). El entramado de intereses/exigencias acabó alcanzando cotas que incluyeron conjeturas mediáticas, por lo que Toledano acabó abandonando la presidencia de Chloé en 2010. Casi al tiempo, Hannah MacGibbon resucitaba el poder de la firma en su prêt-à-porter, tras el letargo de Paulo Melim Anderson, y consigue redirigir Chloé hacia la esencia cándida e impecable de la marca que en 1966 habrían proyectado las manos de Karl Lagerfeld.

Clemence Poesy, Michelle Scannaviny, Anja Rubik, Ralph Toledano y Chloé Sevigny en la presentación de su fragancia homónima, en octubre de 2007. (Fotografía cortesía de Pr News / Coty Inc. / Newscom)

Si la suerte, por tanto, está del lado de aquellos que esperan, solo un año ha hecho falta para restaurar un punto en el mapa para Ralph Toledano. Uno bien grande. Puig nombraba esta semana presidente de la división de moda al ex-presidente de Chloé, que en este caso se encargará durante 2012 de cuestiones relacionadas con Jean Paul Gaultier, y posteriormente pasará a ocuparse de Nina Ricci. Paco Rabanne, que actualmente también se haya en plena promoción de 1 Million y Lady Million, queda fuera del juego en esta ocasión. El baile de los diseñadores, extrapolado a la economía astronómica, de la mano de los que verdaderamente la configuran. El vals (armado) de la moda.

Por Mario Ximénez

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